Imagen del proyecto de salvaguardia titulado "T-ICH4SD: Patrimonio cultural inmaterial transmedia para el desarrollo sostenible en Bolivia, Colombia y Ecuador"
© UNESCO

En abril de 2020, la Entidad del Patrimonio Vivo puso en marcha una encuesta en línea para comprender la repercusión de la pandemia de COVID-19 en todo el mundo. El informe “Living Heritage in the Face of the COVID-19 Pandemic” resume los resultados de la encuesta y los desafíos y oportunidades para el patrimonio vivo durante la crisis. En él también se formulan tres recomendaciones fundamentales para integrar el patrimonio vivo en los planes de recuperación posteriores a la pandemia. Las oficinas de la UNESCO sobre el terreno han puesto en marcha ocho proyectos piloto sobre la base de estas recomendaciones.

Como parte del proyecto piloto “Patrimonio cultural inmaterial transmedia para el desarrollo sostenible”, la Oficina de la UNESCO en Quito ha creado una plataforma de recursos digitales (como videos, pódcast y fotografías de alta calidad) relacionados con elementos del patrimonio vivo de Bolivia, Colombia, Ecuador y el Perú. Concebida como una herramienta para el intercambio de conocimientos y el aprendizaje entre pares sobre la contribución del patrimonio cultural inmaterial al desarrollo sostenible, la plataforma se centra en los efectos y las consecuencias de la pandemia de COVID-19 sobre el patrimonio vivo. El material audiovisual se presenta en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus cuatro pilares —planeta, personas, prosperidad y paz— y pone de manifiesto con eficacia cómo el patrimonio vivo puede funcionar como una fuente de adaptación y resiliencia para los depositarios del patrimonio vivo y sus comunidades.

Entre otras fuentes documentales que se exponen en la plataforma, encontramos ejemplos de elementos del patrimonio cultural inmaterial basados en cosmovisiones y prácticas de cuidado y gestión sostenible de los recursos naturales. También se ofrecen ejemplos de elementos del patrimonio vivo que fortalecen la cohesión social y constituyen herramientas para la resiliencia. Se otorga especial atención a las prácticas basadas en el concepto andino de “buen vivir”, que propone nuevas maneras de interrelacionarse para contribuir así a la prosperidad comunitaria y al bienestar social.

Consulte la plataforma aquí.