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La Conferencia Mundial de Ministros de Educación define un plan común de acción contra el discurso de odio

28/10/2021

Dentro de una etapa importante en la lucha contra el discurso de odio en el mundo entero, la Conferencia Internacional de Ministros, que se celebró el 26 de octubre de 2021, reunió a representantes de alto nivel del sector educativo con miras a elaborar un consenso sobre las prioridades esenciales y las acciones coordinadas. En un contexto en que las plataformas de redes sociales y el discurso de odio en línea son objeto de un examen profundo, la reunión presentó las conclusiones principales relativas a las políticas educativas que contribuyen a la acción continua y a largo plazo para combatir las amenazas que acarrea el discurso de odio al que cada sociedad debe hacer frente, y contrarrestarlo.

La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, y el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, organizaron la conferencia, que fue presidida conjuntamente por el presidente Hage Geingob de Namibia y la propia Directora General de la UNESCO. Unos 60 primeros ministros y viceministros de Educación participaron en este evento, junto a numerosos participantes que intervinieron mediante mensajes de video.

La Conferencia retomó las conclusiones del Foro de múltiples partes que finalizó el 1° de octubre y congregó a miembros de organizaciones de la sociedad civil, especialistas en derechos humanos, empresas tecnológicas y redes sociales, así como a representantes de los diferentes gobiernos con miras a identificar las recomendaciones esenciales. Durante los dos eventos organizados por la UNESCO en colaboración con la Oficina sobre la Prevención del Genocidio y la Responsabilidad de Proteger de las Naciones Unidas, las plataformas de redes sociales, fundamentalmente Facebook y TikTok, estuvieron representadas acerca de las medidas a adoptar en lo relativo al discurso de odio, la transparencia y la responsabilidad social.

“Este odio no es un fenómeno nuevo. Sin embargo, lo que ha cambiado recientemente es el hecho de que debido a la influencia y a la magnitud de las plataformas de redes sociales se ha creado una caja de resonancia que amplifica el discurso de odio”, afirmó Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO. “Por eso debemos intensificar nuestros esfuerzos para luchar contra todas las formas de discurso de odio en las escuelas ayudando a los docentes para que puedan abordar estas cuestiones y desarrollar enfoques pedagógicos adecuados”.

Los participantes de alto nivel de la Conferencia acordaron que el discurso de odio constituye una amenaza para los derechos humanos y la estabilidad social en el mundo entero, exacerban los conflictos y las tensiones y generan graves violaciones de los derechos de las personas, en particular crímenes odiosos. En el contexto de la pandemia de COVID-19, los contenidos de odio, la desinformación y las teorías conspirativas se propagaron a través del mundo agravando los prejuicios ya existentes, los estereotipos, la intolerancia y la discriminación – y requieren de un enfoque holístico para luchar contra el discurso de odio.

La Estrategia y el Plan de Acción de las Naciones Unidas para la Lucha contra el Discurso de Odio consideran que la educación es una herramienta fundamental para combatir las causas profundas de este fenómeno y para lograr un cambio transformador en pos de sociedades pacíficas, inclusivas y justas para todos, de conformidad con la Agenda 2030.

El presidente Geingob presentó las conclusiones principales de la presidencia, que recibieron el apoyo de Francia, Italia y Rwanda en sus declaraciones respectivas. Entre otras, figuran las conclusiones siguientes:

  • En primer lugar, llevar a cabo intervenciones educativas específicas para luchar explícitamente contra el discurso de odio en todos los niveles de la educación, en una perspectiva de aprendizaje a lo largo de toda la vida.
  • En segundo lugar, desarrollar las competencias en materia de ciudadanía digital, haciendo especial hincapié en el aprendizaje social y emocional, e insistiendo en particular en la educación mediática e informacional, como prioridad de la educación del siglo XXI.
  • En tercer lugar, los docentes y directores de centros educativos en todos los niveles de la educación deben beneficiarse de una formación y de un desarrollo profesional adecuados, mediante un enfoque que contrarreste la discriminación en todas sus formas y reconozca y corrija los prejuicios.
  • En cuarto lugar, el discurso de odio debe abordarse mediante intervenciones en todos los ámbitos del programa pedagógico y de las pedagogías activas con miras a combatir las causas profundas de la intolerancia y la discriminación, y a erradicar todas las formas de prejuicios discriminatorios de todos los soportes educativos.
  • En quinto lugar, debemos implicarnos en la cooperación multisectorial creando alianzas con todas las partes interesadas en el marco de un enfoque societal holístico. Esto incluye en primer lugar los grupos que son el blanco del discurso de odio, aunque también todas las administraciones públicas interesadas, la sociedad civil, así como el sector privado, fundamentalmente los medios de comunicación novedosos y tradicionales y las empresas de Internet.

La Conferencia concluyó con una declaración de apoyo y un llamamiento a la acción por parte de Jayathma Wickramanayake, enviada del secretario general de las Naciones Unidas para la Juventud.

La UNESCO, la Oficina sobre la Prevención del Genocidio y la Responsabilidad de Proteger de las Naciones Unidas y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos seguirán apoyando y dando seguimiento a la aplicación de estas prioridades mundiales, en colaboración con los Estados Miembros y las partes interesadas. Asimismo, la UNESCO seguirá trabajando con los diferentes asociados, fundamentalmente con los docentes, las empresas de medios de comunicación y de tecnología, y la sociedad civil para sensibilizar a las personas acerca de la amenaza que constituye el discurso de odio a través del mundo y la responsabilidad colectiva de actuar.