La libertad de información puede propiciar la transparencia y la responsabilidad de las autoridades, y ayudar a prevenir y combatir la corrupción, reforzando de este modo la buena gobernanza.

Empero, las leyes sobre la libertad de información no bastan por sí mismas para alcanzar esas metas, que dependen también de elementos más amplios de la gobernanza (por ejemplo, el nivel de independencia entre los distintos sectores del gobierno, y la manera en que interactúan), la existencia de otras leyes que pueden restringir o garantizar la libertad de expresión e información, y los valores, prácticas y actitudes de la gente, entre otras cosas. Otro factor clave es la existencia de una prensa pluralista e independiente del gobierno y de intereses comerciales poderosos, que proporcione la información que las personas necesitan para pedir cuentas a las autoridades.

Para que los medios de información promuevan la transparencia y la responsabilidad, las leyes sobre la libertad de información pueden ser un instrumento indispensable. Igualmente crucial es la seguridad de los periodistas y la protección de sus fuentes. Las leyes que garantizan la seguridad de los denunciantes son de gran ayuda para la función de vigilancia de los medios, y para la lucha contra la corrupción en general. Lo mismo vale para otras disposiciones que fomentan la apertura, como las relativas a la información acerca de los bienes de los funcionarios, información acerca de los partidos políticos y el cabildeo, o que prevén reuniones gubernamentales abiertas. Otros factores que menoscaban la contribución potencial de los medios son las prácticas tales como el uso discriminatorio de la publicidad como instrumento de control, la fiscalidad punitiva, la concentración de la propiedad de los medios de comunicación, las leyes penales contra la difamación, los criterios de concesión de licencias, las leyes abusivas sobre los secretos de Estado, etc.

Se reconoce ampliamente que es necesario vigilar el mecanismo de control, exigiendo la rendición de cuentas por parte de la propia prensa. Por lo tanto, la actividad informativa profesional, precisa y ética adquiere un carácter clave, y puede ser mejorada por la formación de periodistas, el seguimiento de los medios de comunicación, los códigos voluntarios de conducta y otros mecanismos de autorregulación. Por último, como se ha señalado en otras partes de esta nota, el desarrollo de la educación en materia de información y de medios de comunicación, que permite al público recibir de forma menos pasiva los mensajes canalizados por la prensa, es también un elemento importante de un marco de rendición de cuentas.