Cerca de 40 profesionales del patrimonio cultural de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y México vieron sus conocimientos y capacidades aumentados en el ámbito de la protección del patrimonio cultural subacuático, gracias a tres días de taller virtual organizado por la UNESCO en el marco de la Convención de 2001 sobre este tema.
El Taller dio continuidad a una serie de encuentros que se han realizado en América Latina y el Caribe en los últimos años sobre la protección del patrimonio cultural en contextos sumergidos. Su objetivo fue impulsar la concientización sobre la importancia, potencial y fragilidad de este patrimonio, así como reforzar una red de expertos en arqueología subacuática y gestión de yacimientos arqueológicos sumergidos. Este Taller fue un preámbulo de las celebraciones del 20 aniversario de la adopción de la Convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, que tendrá lugar en 2021.
Lazare Eloundou, Secretario de la Convención de 2001 sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático y Director de la División de Cultura y Emergencia, UNESCO, expresó:
Mediante la Convención de 2001, la UNESCO busca ayudar tanto a los Estados Miembros como a la sociedad civil, especialmente a las comunidades costeras, a comprender los múltiples beneficios que el océano y las aguas internas aportan a la cultura, el bienestar humano y el desarrollo sostenible.
El evento fue facilitado por un diverso equipo de personas expertas de diferentes universidades de América Latina y España. Contó también con una gran audiencia alrededor del mundo gracias a la transmisión en vivo en las redes sociales.
Bajo las aguas del mar, en las costas y en los ríos yacen vestigios invaluables que dan testimonio de la relación vital y ancestral entre los seres humanos y estos cuerpos de agua, que explican los cambios sociales que se han vivido allí y que permiten comprender la identidad de los países que hoy conforman la subregión.
El Taller concluyó con la adopción de una Hoja de ruta que incluye recomendaciones a los países para el reforzamiento de marcos legales para la gestión del patrimonio cultural subacuático, el fortalecimiento de capacidades y educación, aprovechamiento del patrimonio cultural subacuático para el desarrollo social, económico y ecológico, y acciones de seguimiento de la implementación de la Hoja de Ruta.
La protección del patrimonio cultural subacuático hace contribuciones clave para alcanzar los Objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y la Década de las Naciones Unidas para los Océanos para el Desarrollo Sostenible (2021-2030).
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