Esforzarse por lograr un renacimiento africano mediante la cultura y la historia

Por sus tradiciones orales y el conocimiento de la historia, la cultura africana es un vector de paz no sólo en su propio continente sino en el mundo entero.
UNESCO Africa
Última actualización: 7 de Junio de 2022

El folklore del África Occidental nos habla de Anansi, un simpático embaucador con apariencia de araña, que se percató de que los humanos estaban tristes porque no había nada que les infundiera esperanza e hiciera su vida más alegre. Recordando que el dios del cielo, Nyame, poseía unos misteriosos objetos mágicos llamados cuentos, pensó que éstos quizás podrían hacer más felices a los humanos.

Fue a ver a Nyame y le dijo que quería comprarle sus cuentos, pero éste le respondió que sólo los podría comprar el que le entregara a cambio de ellos a Onini, la serpiente pitón asesina, a Osebo, el leopardo escurridizo, a Mmoatia, el hada maliciosa, y a Mmoboro, la mortífera plaga de avispas. A cualquiera le hubiera parecido una empresa imposible hacerse con esos cuatro seres tan inaprensibles, pero no a Anansi, que se las arregló para poder capturarlos a todos recurriendo a sus ingeniosas artimañas. Nyame, el señor del cielo mostró su desagrado cuando Anansi se los entregó, pero finalmente aceptó el trato concluido con él y cumplió lo prometido.

“Llévate todos estos relatos a la Tierra para dárselos a los humanos –le dijo Nyame– y así te estarán eternamente agradecidos. Todas estas narraciones magníficas las llamarán ‘los cuentos de la araña’ por obra y gracia tuya”.

Así fue como Anansi, el embaucador, se convirtió en el dios omnisciente que sabía todas las narraciones. Este mito atestigua la necesidad de crear relatos y compartirlos que tienen todas las sociedades humanas.

Netflix y la UNESCO se han asociado para convocar en todo el África Subsahariana un certamen cinematográfico de cortometrajes titulado “Relatos folklóricos africanos reimaginados”. Profesionales de la industria del cine dispensarán una formación técnica y asesoramiento especializado a los vencedores del concurso. Además, los galardonados recibirán en recompensa un presupuesto de producción de 75.000 dólares para rodar cortometrajes que se estrenarán en Netflix en 2022, bajo el título Antología de relatos folklóricos africanos. Un objetivo esencial de esta iniciativa es descubrir nuevos talentos y dar una notoriedad mundial a los cineastas noveles del África Subsahariana.

De los cuentos de la araña a la historia de África

Narraciones como las que Anansi comparte con sus oyentes han sido durante miles de años un eje central de la vida del ser humano, ya que constituyen un tipo de juego cognitivo que estimula la mente del ser humano permitiéndole conocer fenómenos naturales y sociales, así como idear diferentes estrategias para poder desenvolverse en un mundo de por sí complejo. Se puede suponer con fundamento que los relatos portadores de tradiciones y valores comunes respectivos cuanto más se acopian y comparten, tanto mejor podemos comprendernos a nosotros mismos, a los demás y al mundo que nos rodea. La labor realizada por la UNESCO en los últimos decenios para acopiar y transcribir narraciones orales procedentes de todos los países del globo no sólo es un quehacer esencial para proteger y preservar un legado cultural de valor inapreciable, sino también un intento de acrecentar el conocimiento que tenemos del mundo y de nuestra capacidad colectiva como seres humanos para comprendernos a nosotros mismos.

Los cuentos de la araña son comunes a todos los países del África Occidental, pero los que figuran entre los más conocidos son los procedentes de Ghana. De hecho, el nombre de Anansi viene de la palabra que designa la araña en el idioma akan hablado en este país. Hoy en día, este nombre se ha convertido en un símbolo de la sabiduría, creatividad y complejidad de todo el continente africano. Los mensajes, canciones, fábulas y proverbios de la tradición oral se han venido transmitiendo de generación en generación sin recurrir a la escritura, ayudando a la gente a entender el mundo que les rodea y enseñándole aspectos esenciales de su cultura.

Al igual que las narraciones de Anansi se fueron transmitiendo oralmente desde tiempos inmemoriales, la historia del continente africano también se transmitió de generación en generación. En el África Occidental también había fuentes históricas escritas que databan de varios siglos atrás, pero la mayoría de los habitantes del continente no podían leerlas. La tradición oral permitió no obstante que se compartiera una historia común entre los africanos, ya fuesen del norte del continente o del sur, pese a que los europeos consideraran que África carecía de historia porque no sabían ni leerla ni entenderla. Por consiguiente, la historia de África que se dio a conocer al resto del mundo empezaba con la historia del colonialismo y de la dominación europea en este continente.

Descolonización de la historia africana

Cuando a principios del decenio de 1960 dio comienzo un periodo de rápida descolonización en África, los eruditos y los dirigentes de los países recién independizados se esforzaron por liberar no sólo sus territorios, sino también su historia. Para remediar la ignorancia generalizada de la historia del continente, la UNESCO tomó en 1964 la iniciativa de publicar una Historia General de África. Para ello convocó a eruditos africanos a fin de que escribieran por primera vez su propia historia del continente recurriendo a fuentes como el folklore, las tradiciones y la cultura, que hasta entonces los historiadores occidentales habían ignorado con frecuencia, y adoptando una perspectiva africana exenta de los prejuicios raciales originados por la trata de esclavos y la colonización europea.

Al pretender una renovación de los enfoques científicos sobre la historia de África, este ambicioso proyecto tuvo repercusiones incalculables en la historia del mundo y ofreció una perspectiva global nueva de la historia de todos los continentes, poniendo a África en el centro de la historia de la humanidad. Fue el primer intento serio de superar los relatos nacionales limitados y de construir una verdadera “historia general”, esto es, una historia que destaca los puntos comunes entre los distintos pueblos y las diferentes culturas, que revela las corrientes y los intercambios transfronterizos existentes desde siglos atrás, y que esclarece la cuestión de las identidades como nunca se había hecho antes.

La historia más antigua del mundo es la del continente africano por haber sido la cuna de los seres humanos. En el siglo XIX Charles Darwin fue el primero que adelantó como hipótesis la idea de que el antepasado común de la especie humana tenía que ser africano, lo cual alarmó a muchos por ese entonces. “La idea de que los humanos teníamos que haber evolucionado forzosamente y de que esa evolución tuvo lugar en África fue un verdadero anatema para muchos, porque no podían dar crédito a la posibilidad de que fueran originarios del ‘Continente negro’ los pueblos ‘purificados’ del hemisferio norte con su piel de color blanco impoluto, sus ojos azules y sus cabellos lisos. Sin embargo, todos los acontecimientos importantes de nuestra historia como seres humanos nos retrotraen siempre a África”, dice el paleontólogo keniano Richard Leakey, uno de los científicos que contribuyó al proyecto de la Historia General de África desde sus comienzos. “El hombre –agrega Leakey – es un animal africano, una especie africana que colonizó el mundo en distintas épocas y de diferentes maneras. Hoy en día, ningún ser humano puede negar que África es su tierra de origen”.

La Historia General de África

La Historia General de África es un proyecto precursor que tiene la ambición sin precedentes de abarcar toda la historia del continente africano, desde la aparición de los primeros seres humanos en su suelo hasta los retos contemporáneos a los que se enfrentan los africanos y sus diásporas esparcidas por el mundo. Es una historia que ya no deja en la penumbra el periodo precolonial y que integra profundamente el destino del continente africano en el de la humanidad, poniendo de relieve sus relaciones con los demás continentes, así como la aportación de las culturas africanas al progreso general de la sociedad mundial. En estos últimos años, la UNESCO ha emprendido la preparación y redacción de tres nuevos volúmenes (IX, X y XI) de la Historia General.

Basándose en el ejemplo de la Historia General de África, la UNESCO ha publicado luego toda una serie de historias regionales importantes, como  la Historia General de América Latina, la Historia General del Caribe, la Historia de las Civilizaciones del Asia Central, los Diferentes Aspectos de la Cultura Islámica y la Historia de la Humanidad. Escritas mucho antes de que surgieran las plataformas en línea como Wikipedia, los miles de páginas de todos los volúmenes que componen esas obras son representativas de una empresa científica sumamente ambiciosa cuyo objeto es construir un entendimiento común de la historia de nuestra humanidad compartida. La Historia General de África modificó la perspectiva global de la manera de escribir la historia y, además, supuso un cambio de escala en la historiografía que actualmente siguen explorando la “historia global” y las “historias conexas”.

Historias Regionales y Generales

La Historia General de África en video

La Historia General de África, cuya elaboración inició la UNESCO en 1964, entró en una nueva fase con la filmación de una serie documental en nueve episodios realizada por Zeinab Badawi, periodista y productora de la BBC. Esta reportera viajó a los cuatro puntos cardinales de África entrevistando a historiadores, arqueólogos y ciudadanos, cuyos testimonios y relatos trazan una imagen vívida del pasado de su continente y de la influencia que éste tiene en su vida actual. 

¿Por qué necesitamos historias? El arte tradicional oral y los valores humanos

Enseñanza de la Historia General de África

En marzo de 2009, UNESCO publicó el “Uso Pedagógico de la Historia General de África”, a fin de satisfacer las peticiones formuladas por los países africanos para adaptar el contenido de los volúmenes de la Historia General a la educación de los escolares. El contenido pedagógico preparado por la Organización para que se enseñe a los niños y jóvenes de los centros de enseñanza primaria y secundaria de África tiene por objeto mejorar sus conocimientos sobre la evolución que han experimentado las sociedades africanas en el plano territorial y a lo largo del tiempo, así como sobre las repercusiones de dicha evolución en el presente y el futuro del continente.

Celebración de una cultura común, de norte a sur y de este a oeste

“Umuntu ngumuntu ngabantu”, he aquí una expresión común a varias lenguas del sur de África que quiere decir literalmente: “una persona es una persona a través de otras personas”.

En la cultura africana el “yo” no está separado del mundo, sino que está unido y fusionado con el entorno natural y social. Aunque haya diferentes etnias y nacionalidades con sus respectivas lenguas, costumbres alimentarias y expresiones artísticas, todos los africanos comparten una cultura en común. Esta sabia expresión africana se hace eco de la célebre frase de John Donne “ningún hombre es una isla”, recordándonos que los seres humanos se sienten mal cuando están aislados de los demás y necesitan formar parte de una comunidad para prosperar.

El final de la colonización a principios del decenio de 1960 no trajo consigo una paz duradera en continente. Todo lo contrario, acontecimientos políticos violentos enraizados en conflictos étnicos han asolado el África Subsahariana desde la independencia, causando millones de muertes y obstaculizando el desarrollo económico.

Para garantizar la paz en todo el continente, las comunidades regionales se han percatado de que necesitan consolidar sus vínculos e interactuar entre sí celebrando su cultura común.

Inspirémonos todos juntos en nuestros valores, nuestras tradiciones y nuestra cultura para encontrar el camino de la prosperidad y la paz.
Denis Mukwege Ginecólogo congoleño quién recibió el Premio Nobel de la Paz en 2018

Construcción de la paz en África

Cada dos años la capital de Angola, Luanda, se convierte en un centro mundial para la paz en África cuando acoge el Foro Panafricano para la Cultura de Paz, conocido también por la denominación de Bienal de Luanda. Acuden a participar en este acontecimiento más de 60 países representados por delegaciones de gobiernos, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales y artistas que intercambian ideas, crean nuevas alianzas y participan en eventos culturales con un objetivo común: consolidar la cultura de paz en el continente.

La existencia de esta Bienal es fruto de una labor conjunta llevada a cabo por el gobierno de Angola, la Unión Africana y la UNESCO, con miras a abordar los diferentes retos en materia de crecimiento y prosperidad que África tiene planteados.

La Bienal también es una plataforma excelente para hacer el balance de algunas de las iniciativas más importantes de la UNESCO en materia de educación, ciencia, libertad de prensa e igualdad de género e impulsarlas en toda África. Según los datos proporcionados por el Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU), por lo menos el 50% de todos los jóvenes del África Subsahariana con edades comprendidas entre los 15 y los 17 años estaban desescolarizados antes de que estallara la pandemia de COVID-19, y desde entonces la situación no ha hecho sino empeorar. Ese porcentaje de jóvenes sin escuela es más alto que el de cualquier otra región del mundo. Más de la mitad de los jóvenes que deberían estar hoy perfeccionando las competencias prácticas que necesitan para entrar en el mercado de trabajo, o para proseguir sus estudios y acceder a la enseñanza superior, ni siquiera están escolarizados. Como ejemplo de acción concreta en favor de la educación durante la pandemia, cabe señalar que la Coalición Mundial para la Educación de la UNESCO proporcionó un acceso gratuito a Internet a medio millón de educandos en Senegal, así como en otros países africanos, para facilitarles de inmediato que pudieran seguir un programa de cursos de enseñanza a distancia, fijándose además el objetivo de lograr que luego se matricularan en ese programa unos 3,5 millones de alumnos en total.

The Biennale of Luanda partners forum focuses on how to build innovative partnerships for inclusive democracy and peace across African countries, bringing together international organisations, the financial and private sector, foundations and media as well as civil society, artists and cultural entrepreneurs.

This forum of ideas offers a platform for dialogue on the future of Africa, focusing on solutions to prevent and resolve conflicts using culture, education and free press. It discusses the protection of displaced people and migrants, the contribution of African diasporas and the concerted management of the continent’s natural resources.  

The women's forum focuses on how to end all forms of violence against women, and the role of women's networks for peace in Africa. ‘I believe it is important for us as a continent to come together and have this discussion about the ways we wish to go and how we are going to achieve that,’ said Xoliswa Phenya, Assistant Director for Craft Development at South Africa’s Department for Arts and Culture. ‘Our leaders have spoken about the African renaissance. Perhaps it’s time the younger generations participate so we can bring this dream into fruition.’

IEU

Instituto de Estadística de la UNESCO - educación primaria y secundaria

La Bienal de Luanda – “Foro Panafricano para la Cultura De Paz”

Se trata de una iniciativa conjunta de UNESCO, la Unión Africana (UA) y el gobierno de Angola para fomentar la prevención de la violencia y la solución de conflictos, impulsando en África los intercambios culturales y el diálogo entre las generaciones. Este foro constituye un espacio de reflexión y difusión de obras de arte, ideas y mejores prácticas relacionadas con la cultura de paz, al que acuden representantes de los gobiernos y de organizaciones internacionales, así como miembros de la sociedad civil y de las comunidades artísticas y científicas. Además, el foro participa en la aplicación del Plan de Acción para una Cultura de Paz en África/ “Hagamos posible la paz”, que se adoptó en marzo de 2013 en Luanda (Angola) durante el Foro Panafricano titulado Fuentes y recursos para una cultura de paz.

Biennale Luanda

Cuando la historia de África coadyuva al conocimiento de las sociedades contemporáneas

Anansi, la araña, se ha convertido en sinónimo de la competencia y la sabiduría africanas en el uso de la palabra y sus narraciones han subsistido gracias a su transmisión tradicional por vía oral. Este tipo de transmisión ha hecho que sus relatos viajaran lejos por el resto mundo, especialmente a la región del Caribe donde se difundieron por boca de los esclavos deportados desde África en la época colonial.

Anansi llegó a convertirse en un símbolo de la capacidad de resistencia y de lucha por la supervivencia de los esclavos africanos y sus descendientes en el Nuevo Mundo. En efecto, las picardías y artimañas de la araña les ayudaron a superar los sufrimientos y privaciones del cautiverio, creando en ellos un sentimiento de continuidad con su pasado africano y permitiéndoles reivindicar su identidad.

En las Américas viven actualmente unos 200 millones de personas que se autoidentifican como afrodescendientes. En otras partes del mundo hay muchos millones de africanos que viven fuera de su continente de origen. Conocer y comprender los vínculos históricos y culturales que les unen a África es una condición absolutamente necesaria para abordar la problemática de la cohesión social en nuestros días, así como la cuestión de la pluralidad de modalidades que reviste la pertenencia a una cultura determinada en las sociedades multiculturales contemporáneas. A todos los países con poblaciones compuestas por millones de afrodescendientes, este estado de cosas también les ofrece una oportunidad para impulsar el diálogo internacional y estrechar lazos con otras sociedades del mundo entero. Los ciudadanos afrodescendientes suelen formar parte de uno de los grupos más pobres y marginados de la sociedad ya que sólo disponen de un acceso limitado a la educación de calidad, la atención médica y sanitaria, la vivienda y la seguridad social. El conocimiento y comprensión del pasado puede ser una de las condiciones necesarias para romper el nefasto legado y el círculo vicioso del racismo, la discriminación y la exclusión.

En la época de la trata transatlántica de esclavos, unos cuatro millones de africanos cautivos fueron desembarcados en el mayor puerto de entrada de esclavos de todo el continente americano, San Salvador de Bahía, para trabajar en las plantaciones de azúcar del Brasil. Los esclavos que conseguían huir se establecían en enclaves libres muy apartados, llamados “quilombos”, donde solían crear comunidades agrarias tradicionales. Hoy en día, Sandra de Santos, descendiente de uno de los esclavos asentados hace 250 años en el “Quilombo do Dandá”, ha tenido que librar una dura lucha por conservar las tierras en las que su familia vivió durante generaciones. 

“…Llegaron los tractores para destruir nuestras cosechas –dice Sandra– y así estalló el conflicto. Lo que plantábamos un día, al día siguiente lo destrozaban”. Tras largos meses de batallas jurídicas, a Sandra se le autorizó por fin a quedarse en el terreno. 

Para prestar apoyo a los descendientes de esclavos africanos y a las personas de cultura afrodescendiente, la UNESCO participa en las actividades realizadas en el marco del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (Enero de 2015 – Diciembre de 2024). Este decenio tiene por objeto proteger los derechos de las personas de ascendencia africana, reconocer sus aportaciones y la preservación de su rico patrimonio cultural en todo el mundo, avanzar en las políticas de inclusión y justicia social, erradicar el racismo y la intolerancia, promover la defensa de los derechos humanos y crear comunidades más prósperas de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas

La cultura y las artes africanas se propagan por todo el mundo

Eveline Murmann, una muchacha de 19 años que vive en la República Dominicana, es una de las jóvenes activistas afrodescendientes que batalla sin cesar para que se reconozcan sus orígenes y se ponga un término a una discriminación banalizada en las conversaciones cotidianas con frases como “el cabello liso es más elegante" o “la piel pálida es más bonita”. Otros afrodescendientes recurren a expresiones artísticas –canciones, rap, poemas y danzas– para difundir sus relatos, tal y como hacían sus antepasados con los cuentos de Anansi.

“Ha llegado el momento –dice Eveline– de poner punto final al racismo estructural impregnado en nuestra sociedad. Ser afrodescendientes implica asumir nuestro legado cultural, amar nuestra cultura y llegar a formar parte de nuestra propia historia. Significa estar orgullosos de nuestra hermosa piel y de nuestro cabello desbordante de libertad. También implica reconocer nuestro valor y poner de relieve nuestra contribución al desarrollo de las sociedades. ¡Véannos! ¡Óigannos! y ¡Cuenten con nosotros!”.

Véannos, óigannos y cuenten con nosotros: Voces del Decenio Internacional para los Afrodescendientes

La celebración de la primera etapa quinquenal de las actividades del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2014-2025) consistió en la presentación de espectáculos musicales, de un minidocumental producido en Latinoamérica, de conversaciones con diversos expertos y de relatos estimulantes de jóvenes afrodescendientes de todas las partes del mundo que expresaron con bailes, poesías, canciones y raps, u oralmente, sus vivencias, esperanzas e ilusiones.

De hecho, las voces de la diáspora africana y de sus jóvenes representantes han llegado a resonar con la suficiente fuerza para que se oigan en todo el mundo. Este es el caso de Mohamed Mbugar Sarr, un escritor senegalés de 31 años de edad que en los últimos años ha sido recompensado con numerosos premios literarios por sus obras sobre temas contemporáneos como el racismo, la discriminación y las relaciones de África con Europa. Con su última novela, La memoria más secreta de los hombres, ha logrado ser el primer autor del África Subsahariana –y uno de los más jóvenes de todos los tiempos– galardonado con el Premio Goncourt, la recompensa literaria más importante de Francia. 

Al igual que la historia de África, la literatura de este continente sigue siempre viva. El reconocimiento cada vez mayor de la valía de sus autores constituye un primer paso importante hacia una redefinición de las relaciones de África con el resto del mundo. Además, cabe señalar las numerosas iniciativas pasadas y presentes adoptadas por la UNESCO, como la proclamación del Día Internacional del Jazz o la inscripción de “La rumba congoleña” en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, cuyo objeto es destacar y reconocer la importancia que tienen los artistas y creadores afrodescendientes y africanos. Al aderezar la música tradicional de sus antepasados africanos con florituras e improvisaciones, los artistas afrodescendientes de los EE.UU. han creado nuevos códigos musicales de los que han surgido el “blues” de las orillas del delta del Misisipí y el “jazz” de la Nueva Orleans. En África, es preciso poner de relieve que los cantantes y bailarines de la rumba congoleña estuvieron en primera fila de todas las luchas libradas para que se cumpliera la aspiración del Congo a su independencia.

Atender a África es mejorar nuestro mundo. Reconocer y dar a conocer las múltiples ramificaciones de la historia de este continente nos ayuda a comprender mejor las sociedades contemporáneas y nos enseña a vivir juntos. Este es el principio que guía el compromiso de la UNESCO con la “Prioridad África” de su estrategia, y también es la razón para creer que la cultura africana es un acelerador de la comprensión mutua, la creatividad y la innovación que nos ayudan a sacar provecho de un mundo lleno de esperanzas. Así es como la UNESCO está cumpliendo la promesa de Anansi y escribiendo el próximo capítulo del relato de la araña.

La UNESCO y sus socios para el desarrollo están prestando una atención especial a 54 países africanos con la adopción de una estrategia más sólida y mejor enfocada. Gracias a la aprobación de la Agenda 2063 de la Unión Africana y de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, el renacimiento africano se ha puesto en marcha y se están sentando las bases de la Comunidad Económica Africana. 

Patrimonio Cultural y Natural de África

La creencia fundamental de la UNESCO es que la paz duradera y el desarrollo sostenible tienen sus raíces en las propias capacidades y competencias de los pueblos, así como en su sentido de la dignidad y sus derechos. De lo que se trata es de sacar partido del nuevo impulso de África fortaleciendo sus recursos, de los que el patrimonio cultural y natural constituye una fuente de intensa creatividad. Es apremiante salvaguardar para las futuras generaciones la riqueza de ese patrimonio en el continente africano. África no está suficientemente representada en la Lista del Patrimonio Mundial porque sus sitios sólo representan un 12% del total de los sitios del mundo inscritos en ella y, además, aproximadamente la mitad de los sitios del continente figuran entre los inscritos en Lista del Patrimonio Mundial en Peligro.

Agenda 2063 – El África que queremos

La Agenda 2063 es el esquema y plan rector de la Unión Africana para convertir al continente en potencia mundial del futuro. Es el marco estratégico de África para alcanzar su objetivo de desarrollo inclusivo y sostenible, así como una manifestación concreta de la voluntad de todo el continente de avanzar hacia la unidad, la autodeterminación, la libertad, el progreso y la prosperidad colectiva que persiguen el panafricanismo y el renacimiento africano.

El Proyecto del Patrimonio Cinematográfico Africano (AFHP)

Llevado a cabo por la Fundación Cinematográfica presidida por Martin Scorsese y la Federación Panafricana de Cineastas (FEPACI), el proyecto a largo plazo AFHP tiene por objeto coadyuvar a la localización, restauración y preservación de películas que hayan sido rodadas en el continente africano. Se propone identificar 50 películas de notable valor histórico, artístico y cultural para luego proceder a su restauración. La UNESCO tiene proyectado inscribir esas películas en el Registro de la Memoria del Mundo.