Aprendiendo con el patrimonio inmaterial para el futuro sostenible en América Latina y el Caribe

Integrar la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial en programas educativos

La educación a través de diferentes modos de aprendizaje —formales y no formales— juega un papel crítico, incluso la educación intercultural y la educación comunitaria. El enfoque específico en el vínculo del patrimonio vivo y la educación es bastante reciente, por lo que hay mucho espacio para la innovación y la creatividad. La Oficina Regional de Educación y de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO (Santiago, Chile, y La Habana, Cuba, respectivamente) han estado trabajando juntas desde 2018 en un proyecto de mapeo e investigación sobre la intersección del patrimonio vivo y la educación de calidad para un futuro sostenible. En este marco, el mapeo y la investigación son acompañados con una formación en cuatro de los países participantes del levantamiento: Chile, Ecuador, Guatemala y Perú.

Las formaciones convocaron a educadores de espacios formales y no formales, cultores y miembros de comunidades que cumplen el papel de portadores de una o más prácticas del patrimonio vivo. Las formaciones principalmente fueron organizadas para fortalecer el acercamiento del patrimonio vivo y la educación con diálogos, promoción de métodos, intercambio de ideas e iniciativas entre un grupo con experiencias y cargos diversos.

Después de las formaciones, una selección de participantes y actividades fueron seguidas para monitorear el desarrollo e implementación de las iniciativas para seguir nutriendo el banco de experiencias del patrimonio vivo en la educación. Al finalizar este proyecto, se espera que los docentes hayan fortalecido sus habilidades y cuenten con los recursos necesarios para integrar la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial en sus programas educativos.

Etapas de esta iniciativa

1. Establecer equipos de los sectores de Cultura y Educación de las oficinas de campo de la UNESCO para desarrollar materiales de capacitación e implementar planes de trabajo en cada contexto nacional y determinar qué escuelas y espacios de educación no formal participarán, en consulta con los Ministerios de Educación y de Cultura.
2. Realizar formaciones nacionales para el desarrollo de capacidades de educadores (maestros, portadores y otros). La capacitación contiene 3 prioridades; los conceptos principales del PCI y la educación para el desarrollo sostenible (conceptos de la meta 4.7 de los ODS), los enfoques y metodologías de la integración del PCI en la educación, y un taller para desarrollar un plan de actividades educativas usando los conceptos y las metodologías. La formación incluye 5 módulos y un taller de planificación.
3. Seis actividades educativas de cada taller serán seleccionadas para el seguimiento de planificación e implementación, abriendo las puertas para un análisis en profundidad del trabajo de varias organizaciones y actores que usan patrimonio vivo en todo tipo de la educación.  Los miembros de la comunidad están en el centro de la transmisión del patrimonio vivo; por lo tanto, su participación en esta actividad y su consentimiento son de suma importancia.
4. Recopilar las experiencias de las actividades educativas seleccionadas y, junto con los formularios de las formaciones, crear un banco de ejemplos y experiencias usando el patrimonio vivo con la educación en la región. Este intercambio de ideas y experiencias crea una red de docentes y educadores que fortalece el trabajo de salvaguardia del patrimonio vivo en la región. Al finalizar el proceso se elaborarán orientaciones para la enseñanza y el aprendizaje para las políticas nacionales y regionales.