Ritual para amansar a las camellas
Inscrito en 2015 (10.COM) en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia
Los pastores mongoles practican un ritual de amasamiento de las camellas para incitarlas a que acepten a crías recién nacidas o huérfanas. Una vez atada la camella junto a la cría, un cantor entona una melodía monótona acompañada de gestos y salmodias. El amansador cambia de melodía en función de la reacción de la camella –que al principio puede ser agresiva– y paulatinamente la va amansando hasta lograr que prohije a la cría. La ejecución de este rito comienza al anochecer y exige una gran destreza en el trato con los camellos, así como en el arte de tocar la flauta o el morin khuur (violín de dos cuerdas ornamentado con una cabeza de caballo). La mayoría de las pastoras mongolas saben aplicar técnicas y métodos de amansamiento, pero a veces se recurre a amansadores profesionales para practicar este ritual cuando no hay un cantor o músico disponibles en una comunidad. Este ritual constituye un medio simbólico para crear y mantener vínculos sociales entre las familias nómadas y sus comunidades. Son los padres y las personas mayores de las comunidades quienes lo transmiten a los jóvenes, dispensándoles consejos en el hogar. No obstante, cabe señalar que los cambios ocurridos en plano social y cultural han influido negativamente en la viabilidad de este elemento del patrimonio cultural. Hoy en día se prefiere utilizar la moto como medio de transporte, en vez del camello; y además la creciente emigración a los centros urbanos ha tenido como consecuencia una reducción considerable del número de pastores y pastoras jóvenes. Todo esto ha provocado una rápida disminución de los depositarios de esta práctica cultural, a medida que las nuevas generaciones se han ido apartando de los vínculos tradicionales que les unían al modo de vida pastoral.