“Ahora es más fácil dar clases en línea”, afirma Olena Lyzhneva, una docente de 29 años que se vio obligada a abandonar su pueblo de la región del Donetsk y trasladarse a la ciudad de Dnipro, donde enseña inglés en una escuela.
Olena es una de los más de 50.000 docentes ucranianos que han recibido Chromebooks para garantizar la continuidad del aprendizaje. En respuesta a la petición urgente de ayuda del Ministerio de Educación y Ciencias de Ucrania, la UNESCO se asoció con Google para organizar la entrega de más de 50.000 Chromebook a los docentes necesitados de toda Ucrania, incluidos los desplazados internos. La entrega de estos dispositivos tuvo lugar entre octubre de 2022 y enero de 2023. La UNESCO también se propone formar a 50.000 docentes sobre pedagogía digital para ayudarles a adquirir las competencias que necesitan para enseñar a distancia.
Dispositivos para garantizar la continuidad del aprendizaje
Natalia Dereglazova nació en Kharkiv y ha permanecido en su ciudad a pesar de la guerra. Enseña física en la Escuela Especial nº 12 de Járkov para alumnos con discapacidad visual. Natalia recibió un Chromebook de la administración regional de Járkov en enero de 2023.
Los docentes también utilizan los dispositivos de forma creativa. Chikisheva Yana es profesora de informática en el instituto de segundo ciclo de enseñanza Nikopol nº 4 de la región de Dnipropetrovsk. Además de enseñar, le encanta diseñar robots mecánicos de Lego con sus alumnos del grupo de robótica NikoBots.
Dos de sus alumnos obtuvieron el primer puesto en la Olimpiada Municipal de Informática, y la Sra. Chikisheva los preparó para que participaran en el Tercer Concurso Regional de la Olimpiada Panucraniana de Informática.
“Una vez se fue la luz en el colegio. Estaba dando una clase con los alumnos de 1er grado de primaria y los niños comenzaron a gritar. Me agarraron de las manos y se aferraron a mí, mientras alguien gritaba: '¡Son cohetes!”, compartió Tetiana Morshchak, docente de inglés en la Escuela Especializada nº 2 de Chernihiv. “El peor momento fue cuando recibimos las listas de los niños que habían perdido sus casas o a sus padres. Leía esas listas rezando para no ver ningún nombre de los alumnos de mi clase”.
Lilia Simbirska trabaja desde hace 12 años en el instituto de segundo ciclo científico de Járkov como profesora de geografía.
Tras instalarse en un sitio apropiado, le preocupa especialmente el estado emocional y psicológico de los educandos. “¿Dónde están ahora? ¿Sus padres y familiares se encuentran en la zona ocupada? ¿En qué asentamiento viven? ¿Hay algún lugar al que puedan volver?”, se pregunta una y otra vez.
‘Mi trabajo favorito me salvó
La UNESCO sigue colaborando con sus asociados con miras a dotar a los docentes ucranianos de las competencias y los dispositivos necesarios para impartir educación a sus alumnos. Han pasado por enormes dificultades, pero han demostrado una gran capacidad de resiliencia. Muchos docentes expresaron que el amor que sienten por su profesión ha sido su mayor fuente de energía.
“Mi trabajo favorito me salvó”, afirmó Medvedeva Iryna, docente de química en el instituto de segundo ciclo de ciencias médicas de Dnipro.
Zoia Honcharova, docente de matemáticas del instituto de enseñanza secundaria integral nº 3 de Chernihiv, afirmó que los cortes de electricidad e Internet se ha convertido en un reto para ella, pero indicó que lo más difícil era “mirar a los ojos de los niños por primera vez y... no derramar lágrimas”. Su colega, Larysa Pavliuk, docente de inglés en el instituto pedagógico regional de Nizhyn, afirmó:
Gracias a un nuevo proyecto de 10 millones de USD financiado por Japón, del que se beneficiarán todos los sectores de la Organización, la UNESCO formará a 20.000 docentes, padres y acompañantes para que realicen intervenciones psicológicas en 2023. También se prestará apoyo psicosocial directo a 160.000 educandos vulnerables en zonas gravemente afectadas. Con este esfuerzo, la UNESCO contribuye a la construcción de una comunidad educativa sana y resiliente en Ucrania.