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Un mundo matemático

Consideradas abstractas, intimidantes e incluso traumatizantes, no suelen gozar del aprecio de los alumnos ni del público en general, que las reducen a una materia puramente teórica desvinculada de la realidad. Sin embargo, omnipresentes en nuestro cotidiano, las matemáticas son todo lo contrario.

Los algoritmos, en el núcleo de la inteligencia artificial, han hecho posible la creación de motores de búsqueda o del diagnóstico por imagen, y los modelos matemáticos desempeñan una función esencial en diversos ámbitos, tanto para optimizar las redes de transporte como para prever la trayectoria de un ciclón, controlar la propagación de una epidemia o calcular el impacto de una campaña de vacunación.

Las matemáticas cuentan también parte de la historia del mundo que se ha ido enriqueciendo a lo largo de los siglos gracias a las tabletas sumerias, los cálculos astronómicos del antiguo Egipto y la Grecia clásica, los conocimientos del imperio maya o de China, la aritmética india o el álgebra de los árabes.

Tal vez más que ninguna otra, esta ciencia abstracta propicia el diálogo entre las culturas y la cooperación científica internacional. La UNESCO reconoció muy pronto su importancia y en 1962 creó el Centro de Matemáticas para América Latina, con sede en Buenos Aires (Argentina). La Organización, que acaba de proclamar el 14 de marzo Día internacional de las matemáticas, reflexiona actualmente sobre cuestiones relacionadas con la inteligencia artificial y desarrolla programas de acceso a las ciencias exactas, donde esta disciplina constituye un pilar fundamental.

Porque, a pesar de que las matemáticas son omnipresentes, son muchos los excluidos. Los obstáculos siguen siendo numerosos, empezando por la desigualdad de género. Hubo que esperar hasta 2014 para que una mujer, la iraní Maryam Mirzhakani, obtuviera la prestigiosa medalla Fields. Aunque hoy las niñas llegan a subsanar su retraso en matemáticas a partir de los últimos años de primaria, los niños de primaria y secundaria siguen estando sobrerrepresentados entre los mejores alumnos de esta asignatura, teniendo en cuenta la población escolar de todos los países, según una publicación del Informe de seguimiento de la educación en el mundo de abril de 2022. Hay muchas jóvenes que, aún graduadas de bachillerato, se abstienen de cursar carreras científicas. 

Además, resulta difícil encontrar candidatos para enseñar la materia. Aunque las necesidades del sector son más agudas que nunca, la escasez de profesores competentes de matemáticas en todo el mundo constituye una amenaza para el futuro. Y su ámbito de aplicación sigue siendo limitado. Los modelos matemáticos, tan útiles para comprender el clima, la diversidad biológica o la investigación sanitaria, siguen estando restringidos a los ámbitos de las finanzas o la economía. En un momento en que el mundo se enfrenta a desafíos sociales, climáticos o tecnológicos, es fundamental que el poder de las matemáticas sea mucho más explorado y, sobre todo, compartido más ampliamente. 

Agnès Bardon

Jefa de redacción de El Correo de la UNESCO

 

© Agnieszka Ziemiszewska

Traducción, puente entre mundos

Traducir es, en palabras del escritor italiano Umberto Eco, “decir casi lo mismo”. Ese adverbio casi encierra un mundo de significados. Traducir es confrontarse con el otro, el diferente, el desconocido. A menudo se trata del preámbulo indispensable para quien desea acceder a una cultura universal, múltiple y diversa. De modo que no fue por casualidad que la Sociedad de las Naciones abordó el asunto en la década de 1930, planeando la creación del Index Translationum.

Reanudado por la UNESCO en 1948, el Index fue el primer censo de libros traducidos en el mundo. Lanzado dos años más tarde, el programa Obras representativas se consagró por su parte a la traducción de las obras maestras de la literatura mundial. El apoyo que la UNESCO ha proporcionado recientemente a la publicación de un glosario de términos de las lenguas indígenas de México intraducibles al español forma parte de la continuidad de estas iniciativas. 

Aunque en el decenio de 1950 ya se anunciaba su extinción, los traductores -y, con mayor frecuencia, las traductoras- son hoy más numerosos que nunca. Las máquinas confeccionadas en la posguerra no erradicaron esta profesión discreta. Tampoco lo han logrado los programas informáticos de traducción, que reflejan el día a día de nuestras conversaciones mundializadas y han contribuido a transformar la profesión. 

Porque un idioma no es solo un vector de comunicación. Una lengua es eso y mucho más. Es también todo lo que las obras, escritas y orales, hacen de ella, contribuyendo a forjar lo que suele denominarse el genio de la lengua, algo que ni los programas informáticos más eficaces alcanzan a reproducir. 

Así, traducir equivale a poner en tela de juicio los sentidos implícitos en un idioma, enfrentarse a sus equívocos, desvelar su riqueza y mostrar las diferencias conceptuales que surgen en el tránsito de una lengua a otra. Y es también, mediante esta confrontación con el prójimo, cuestionar la lengua y la cultura propias y, en última instancia, cuestionarse a sí mismo. Por eso es fundamental que preservemos la vitalidad del plurilingüismo, para que cada uno pueda decir y pensar en su propio idioma. Esa tarea es la esencia del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032), que hace hincapié en la situación crítica de numerosos idiomas en peligro de extinción.    

En una época obsesionada por la búsqueda de identidad, la traducción sigue siendo un antídoto insustituible contra el repliegue identitario. Porque sin ella, como señalaba el autor franco-estadounidense George Steiner, “viviríamos en provincias rodeadas de silencio”.

Agnès Bardon

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Un mundo matemático
UNESCO
Enero - Marzo 2023
UNESCO
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