Salvaguardar la libertad de creación

El último capítulo del Informe analiza el estado de la libertad artística, un concepto que habla tanto del derecho a la libertad de expresión artística como de los derechos sociales y económicos de artistas y profesionales de la cultura. Buena parte de los Estados (el 54 %) afirman haber introducido medidas para mejorar la situación de artistas y profesionales de la cultura, mientras que algunos también han eliminado leyes que pueden utilizarse para frenar la libertad artística, como las leyes sobre blasfemia y difamación. Además, las OSC siguen realizando una labor fundamental tanto para realizar un seguimiento del estado de la libertad de expresión artística como para proteger a artistas en peligro. A pesar de todo, los ataques a la libertad artística han aumentado desde 2018 y persiste una preocupante desconexión entre las leyes proteccionistas y la práctica. Las condiciones de trabajo de los artistas y profesionales de la cultura son difíciles desde hace mucho tiempo, y se caracterizan por la falta de una remuneración justa y de prestaciones de seguridad social, lo que significa que muchas personas de la comunidad artística no pueden vivir de su profesión creativa. Esta situación no ha hecho más que agravarse durante la pandemia de COVID-19 y, aunque muchos países adoptaron medidas de emergencia (principalmente para ofrecer protección social y compensar la pérdida de ingresos), queda por ver si pueden mantenerse para superar los obstáculos que ya existían. También queda mucho por hacer para garantizar la libertad artística, empezando por la necesidad de mejorar la comprensión del concepto. La libertad artística abarca la libertad de crear, así como los marcos y estrategias de derechos económicos y sociales que deben existir para que los artistas puedan realizar un trabajo digno y contribuir plenamente al desarrollo de las sociedades.