¿Pueden los países permitirse sus puntos de referencia nacionales para el ODS 4?

La comunidad internacional se comprometió a alcanzar ambiciosas metas en materia de educación para 2030, entre ellas la finalización universal de la enseñanza secundaria y al menos un nivel mínimo de competencia en lectura y matemáticas alcanzado por todas las niñas y todos los niños. La magnitud del desafío ha quedado patente. Ni siquiera el objetivo de la finalización universal de la enseñanza primaria, que se fijó por primera vez para 1980, se espera alcanzar en 2030. En 2020, uno de cada cuatro niños africanos no había terminado la escuela primaria. La pandemia del COVID-19 añadió un obstáculo adicional, causando una gran perturbación en los sistemas educativos.

En estas circunstancias, ya no es útil calcular el costo que supondría para los países de ingresos bajos y medios-bajos alcanzar las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4), como se hizo en dos ocasiones anteriores, en 2015 y 2020. Por mucho dinero que se gaste, las metas ya no son alcanzables. En los dos últimos años, los países han establecido puntos de referencia nacionales para determinados indicadores del ODS 4 que deberán alcanzarse en 2025 y 2030. Este paso permite reformular el desafío: ¿qué les costará a los países alcanzar las metas que se han fijado para 2030 en lugar de las metas a las que aspiran?

En este documento se revisan los dos ejercicios anteriores de cálculo de los costos del ODS 4 y sus principales supuestos, y se especula sobre el posible impacto financiero de la COVID-19. Se presenta el proceso de evaluación comparativa del ODS 4 y la forma de calcular el costo de la consecución de estos objetivos fijados por los países, basándose en gran medida en sus planes sectoriales. Por último, se presentan los supuestos revisados del modelo y las principales conclusiones. A pesar de reducir la ambición, sigue existiendo un déficit promedio de financiación nacional de 97.000 millones de dólares al año en los 79 países de ingresos bajos y medios-bajos. Esta cifra es varias veces superior a los recursos externos que se ofrecen actualmente.